1. Presentación
Desde pequeño me sentí siempre muy interesado y atraído (imagino que al igual que muchísim@s chic@s en ese momento vital) por el ámbito artístico. Debido a ello, mis padres me apuntaron en primer lugar a clases de pintura y, de manera inmediata, a música.
El tema de la pintura y dibujo duró hasta que se me empezaron a solapar horarios, y quedó relegada a ser una eterna asignatura pendiente de recuperación. Por su parte, la música vino para quedarse hasta hoy en mi vida, con sus más y sus menos, con sus baches y llanos.
Comencé a estudiar piano a los 7 años en la Escuela municipal de música de Toledo, saltando cuatro años después al conservatorio profesional de la misma ciudad. Allí permanecí seis años más, compaginando los estudios medios de piano con la E.S.O y bachillerato. No obstante, aunque tenía claro que quería seguir con el dichoso piano como compañero, tuve dudas (como cualquiera) a la hora de tomar la decisión final. La culpable de esas dudas era la idea de realizar algún grado relacionado con historia y geografía.
Finalmente tomé la decisión de seguir con el piano y me mudé a Salamanca para proseguir con mi formación en el conservatorio superior de música de Castilla y León. Durante esta etapa tuve la oportunidad de conocer a varios pedagogos de diferentes corrientes pianísticas que me motivaron a seguir indagando en el campo de la interpretación. Así pues, tras los cuatro años que pasé en Salamanca, me admitieron para cursar estudios de máster en la Hochschule für Musik de Weimar, ciudad en la que residí durante tres años y donde pude apreciar otro tipo de visión de la vida completamente diferente a la española. De igual forma pude observar como los estudios superiores de música carecen de valor en una sociedad como la española en comparación a otras sociedades europeas.
Tas este periplo europeo regresé a España, y más concretamente a Salamanca para realizar un segundo máster en interpretación musical en el mismo centro donde fui formado tres años antes. Y de ahí hasta hoy, sin moverme de Castilla para continuar con el continuo proceso formativo.
Quizás soy un soso, quizás no. Eso que quede a vuestro juicio.
PD: Schubertiaden hace referencia a las quedadas organizadas por el compositor Franz Schubert en las que se reunía con sus colegas para hacer música, merendar y para compartir e intercambiar ideas y risas. Creo que para mí tiene un significado inspirador muy interesante. Eso o que soy un freak.
Muchas gracias por leerme.
Eres increíble Joselu, pura inspiración
ResponderEliminarJoselu! Gracias! Calienta que sales...!. ¿podrías contarnos esto mismo de viva voz en la siguiente clase disponible! Me encanta lo que has vivido y cómo lo cuentas...
ResponderEliminar¡Hola, compi! Como futura profe de alemán, me gustaría preguntarte si tras tu experiencia en Alemania conseguiste aprender algo del idioma y pedirte que destaques lo que más te gustó del país.
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